HOUSTON - Lo prometido es deuda y por eso, aquí les traigo mi resumen de lo que sucedió en Washington el pasado lunes.
Resulta ser que mis sospechas han sido confirmadas y el panorama se ve muy favorable para que las medidas del Presidente Obama continúen.
Básicamente, gran parte de la argumentación giró en torno a dos cosas: la capacidad de los estados para demandar al gobierno federal y la pregunta sobre si la acción diferida otorgaría “presencia legal” para los beneficiarios.
Lo primero que la Corte Suprema debe analizar y decidir es si los estados tienen o no la capacidad para demandar, ya que si los jueces entienden que no tienen la misma, no hay controversia que resolver y el caso es desestimado. Naturalmente, esto sería lo ideal, pero varios de los jueces asociados con el Partido Republicano se mostraron inclinados a pensar que los estados sí tienen esta capacidad.
Por su parte, uno de los jueces conservadores, Anthony Kennedy, se mostró reservado, lo cual puede ser un buen indicio porque durante la última década se ha caracterizado por ser el voto flotante de la Corte.
Ahora bien, si por alguna razón la Corte decide que los estados sí pueden demandar, tendría entonces que decidir si Obama actuó dentro de su autoridad o si se excedió para hacer un trabajo que le corresponde al Congreso, como argumentan los estados demandantes.
En cuanto a este asunto, y como mencioné anteriormente, los jueces parecieron darle mucha importancia al lenguaje de las medidas de Obama, ya que supuestamente dan la apariencia que al otorgar la acción diferida, quienes se beneficen de ella tendrían presencia legal en el país.
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Por esta razón, los jueces están confundidos y piensan que Obama podría estar legalizando su presencia en el país, lo cual le corresponde decidir exclusivamente al Congreso.
Sin embargo, al contestar las preguntas de los jueces, los abogados del gobierno federal expusieron que la administración no tendría problema alguno en aclarar este asunto.
Por lo tanto, tras esta discusión en la argumentación, se abre una nueva posibilidad para que las acciones sean permitidas, si Obama se compromete a eliminar ese lenguaje ambiguo que le preocupa a la Corte.
Esto, sin duda alguna, nos reafirma que aún hay esperanza.
Como ya les he mencionado en otras ocasiones, se espera que la decisión sobre el caso sea publicada durante el mes de junio, por lo que los exhorto a que sigan manteniéndose informados de lo que esta sucediendo y no dejen de leer mi columna, donde siempre les traigo la información más reciente y el análisis más completo en temas de inmigración.
