HUNTSVILLE, Texas - Los abogados de un asesino condenado por la muerte de una mujer de San Antonio sostienen que la ayuda legal deficiente durante las primeras etapas de sus apelaciones perjudicó su caso y que no se le debería ejecutar este jueves para que sus apelaciones puedan ser revisadas más justamente.
TaiChin Preyor, de 46 años, está preparado para la inyección letal por el asesinato de Jami Tackett, de 24, ocurrido en 2004. Ella fue identificada en documentos judiciales como su proveedora de drogas.
De cumplirse su condena, Preyor sería el quinto preso en ser ejecutado en Texas este año y el 16 en el país.
Los abogados de Preyor, que fueron rechazados por los tribunales de Texas y un juez federal en San Antonio, se encontraban en el Quinto Tribunal de Apelaciones del Circuito de los Estados Unidos, argumentando que un abogado californiano inexperto que manejó apelaciones federales en su caso de 2011 a 2014 fue "totalmente incompetente". Dijeron que ella empleó a un abogado desacreditado para obtener orientación, perpetrando un fraude en los tribunales.
La corte de apelaciones debería "detener el proceso para asegurar que Preyor no sea ejecutado sin recibir una oportunidad completa y justa de presentar sus reclamaciones", dijo la abogada Catherine Stetson al 5to Circuito. "Preyor no está buscando la absolución o la conmutación, él está buscando una ocasión de hacer el mejor caso que él puede."
Los abogados estatales dijeron que las apelaciones tardías para reabrir su caso eran legalmente impropias y que fue la decisión de Preyor de quedarse con el abogado inexperto que no pareció perder plazos de presentación y presentó alegatos apropiados.
"Preyor puede no estar satisfecho con el resultado o podría desear que se hayan planteado diferentes reclamos, pero eso no justifica un alivio extraordinario", dijo el subprocurador Erich Dryden a la corte.
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El abogado despedido no estaba impedido de ayudar al abogado de Preyor, dijeron abogados estatales.
Testimonio demostró que en la madrugada del 26 de febrero de 2004, Preyor, vestido de negro y usando una capucha y guantes, dio patadas en la puerta de un apartamento de San Antonio donde Tackett vivía y guardaba las drogas en una caja fuerte.
Tackett reconoció a Preyor cuando entró en un dormitorio, llamándolo por su apodo de "Box". Él atacó a su novio, que escapó al apartamento de un vecino y pidió ayuda. La evidencia mostró a Preyor, también vendedor de drogas y usuario desde la adolescencia, luego apuñaló a Tackett y le cortó la garganta.
Tackett murió antes de que llegaran los paramédicos, pero fue capaz de decirle a la policía que "el tipo que salió corriendo del apartamento lo hizo", recordó esta semana John Economidy, el abogado defensor de Preyor.
"Está atrapado en la escena, y la declaración moribunda no nos ayudó mucho", dijo Economidy.
Preyor, en la segunda de dos declaraciones a la policía de San Antonio, dijo que Tackett y su novio lo atacaron y que él "empujó" a Tackett con un cuchillo para protegerse.
"Me sentí como una víctima", dijo. "Yo fui el que fue robado, y me defendí".
Él huyó del apartamento pero volvió porque él perdió las llaves del coche en la lucha. Cuando intentó huir por segunda vez, la policía había llegado y había usado spray de pimienta para someterlo. Estaba cubierto con la sangre de sus víctimas.
Al menos otros seis presos de Texas están programados para ser ejecutados en los próximos meses.
