El caso de César Vargas, un ejemplo a seguir

Desde el 15 de agosto de 2012 se han comenzado a escribir otras historias de superación en los Estados Unidos, distintas a las que ya habíamos escuchado.

Todas estas nuevas historias, a pesar de tener protagonistas y temas distintos, tienen algo en común: todas comenzaron con la aplicación para la Acción Diferida para los llegados en la Infancia (DACA).

En días recientes, una de estas historias salió a la luz pública y conmovió a toda la nación. Se trata del joven soñador Cesar Vargas, quien en días recientes fue admitido a practicar la abogacía en el estado de Nueva York, luego de una batalla legal de varios años.

César, al igual que miles de jóvenes más en los Estados Unidos, llegó al país de manera ilegal desde muy chico. A pesar de que la decisión nunca fue suya, su futuro era limitado por culpa de su estatus legal. Sin embargo, César nunca se rindió y siempre decidió luchar por un futuro mejor.

Por eso, cuando el presidente Obama anunció el programa DACA, César supo inmediatamente que tenía que aprovechar esa oportunidad, porque le ayudaría a alcanzar sus sueños. Gracias a su decisión, hoy día César pertenece a la Asociación de Abogados del estado de Nueva York y podrá practicar su profesión en los Estados Unidos.

La historia de César, además de conmovedora, es realmente un ejemplo a seguir. Sin embargo, aún existen miles de jóvenes que sueñan con un mejor futuro y que califican para el programa pero que por alguna razón u otra, aún no aplican para el mismo.

Es importante que todos nuestros jóvenes inmigrantes sepan que para poder calificar para el programa deben haber entrado a los Estados Unidos antes de haber cumplido los 16 años de edad, tienen que demostrar que han vivido aquí continuamente desde el 15 de junio de 2007, tienen que haber estado presentes en el país el 15 de junio de 2012 sin tener un estatus legal y tampoco haber tenido más de 31 años en ese momento.

Además, los aspirantes tiene que demostrar que no tienen un récord criminal que los descalifique, como delitos graves, tres o más delitos menores o un delito menor significativo, incluyendo DWI’s y, por último, que están estudiando o han completado sus estudios, servido en las fuerzas armadas o completado un GED.

La aprobación de los beneficios del programa les brinda a los jóvenes seguridad contra la deportación por un periodo de 2 años y le permite obtener un permiso de trabajo, con el que pueden obtener su número de seguro social y una licencia de conducir. La aprobación se puede renovar cada 2 años e incluso les permite viajar fuera de los Estados Unidos y regresar sin problemas, por alguna razón humanitaria o por razón de sus estudios o trabajo.

Si usted o algún conocido suyo califica para el programa, no se quede de brazos cruzados y aproveche esta oportunidad. Les recuerdo que las últimas acciones ejecutivas del presidente Obama, si logran implementarse, extenderán la aprobación del programa 1 año adicional y requerirán presencia física desde el 1ro de enero de 2010 en vez del 15 de junio de 2007.

Naimeh Salem es abogada certificada en Texas que ejerce en el tema de inmigración en Houston.

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