Se multiplican hispanos en Dakota del Sur

SIOUX FALLS, Dakota del Sur - La población de grupos minoritarios de Sioux Falls ha aumentado al doble y en algunos casos casi al triple durante la última década, revelaron las estadísticas de vivienda de la Oficina del Censo de Estados Unidos, en una tendencia al parecer impulsada en gran parte por la buena oferta de empleos y el reasentamiento de refugiados. De 2000 a 2010, la cantidad de viviendas que eran propiedad de o rentadas por hispanos en el condado de Minnehaha aumentó de 786 a 1,723. Las viviendas que eran propiedad de o rentadas por negros subieron de 695 a 1,818, y en el caso de los indioestadounidenses las cifras incrementaron de 577 a 1,007. Indices de crecimiento similares se registraron también en los condados de Lincoln, McCook y Turner, de acuerdo con la información del Censo. "Sé que en el caso de las poblaciones de hispanos, vienen a Sioux Falls y a Dakota del Sur porque la economía no ha recibido un golpe tan duro aquí como en California, Texas, Florida, Nueva York, lugares como esos", indicó Juan Bonilla, presidente de la Asociación de la Comunidad Hispanohablante de Sioux Falls. "Se mudan de esos lugares en busca de mejores oportunidades laborales y buscan un lugar donde sus hijos puedan recibir una buena educación". Cifras del Sondeo de la Comunidad Estadounidense establecieron que la población total de hispanos en Sioux Falls era de 8.127 en 2009. Había 5.124 negros o afroestadounidenses en la comunidad, 3,442 indioestadounidenses y 2,930 asiáticos. Bonilla cree que ese número de hispanos es bajo y no incluye a los integrantes de aquellos grupos que se encuentran en el proceso de obtener la ciudadanía estadounidense. Se calcula que hay 22,000 hispanos que viven en un radio de 80,5 kilómetros (50 millas) de Sioux Falls, con un poder adquisitivo de 450 millones de dólares en 2010. La mayoría proviene de Guatemala, El Salvador, Honduras y México. Otro factor que altera las cifras de los grupos minoritarios son los Servicios Sociales Luteranos (LSS, por sus siglas en inglés). Esa agencia reportó haber reubicado a 627 refugiados en 2010 y 545 en 2009, principalmente en el área de Sioux Falls pero también en todo Dakota del Sur. Tim Jurgens, director del Centro de Refugiados e Inmigración del LSS, dijo que su agencia reubicó principalmente a asiáticos de Nepal y Tailandia durante los últimos dos años, pero además ayudó a un buen número de africanos de Somalia, Burundi, el Congo y Sudán durante la década, así como con refugiados de Europa del Este. Ghirmay Solomon, de 44 años, casado y padre de cuatro, es un refugiado de Eritrea, un país de Africa Oriental, que llegó a Sioux Falls a finales de la década de 1990. Por medio de la benevolencia de Hábitat para la Humanidad, este empleado de FedEx logró mudarse con su familia a un hogar cercano a la Catedral de San José a fines del año 2000. Tuvieron la opción de formar parte de un vecindario de Hábitat en la avenida North Jessica o de mudarse a la avenida North Spring, dijo Solomon. Eligieron esta última porque estaba cerca de su lugar de trabajo y porque otros eritreos vivían cerca de la catedral. "Era importante para nosotros vivir cerca de otras personas de nuestro país", dijo Solomon. "Tenemos una conexión con ellos para ayudarnos mutuamente. Y estábamos más cerca de los servicios en el centro de la ciudad". Cuando fue alcalde de Sioux Falls hace 15 años, Gary Hanson luchó por desalentar la concentración racial y étnica en los vecindarios. Pensaba que era importante que diferentes grupos étnicos vivieran dispersos en toda la comunidad, dado que "yo quería estar absolutamente seguro de no establecer la segregación en los vecindarios por raza, idioma o religión". Ese sería también el objetivo de los LSS, indicó Jurgens. Pero con los refugiados en Sioux Falls limitados a 405 dólares mensuales cada uno durante ocho meses como parte del programa federal de Ayuda Económica Provisional, "va a ser difícil para mí ubicarlos en un lugar en la Calle 69 y Minnesota debido a cuestiones de presupuesto, renta y transporte". "Nos gustaría tomar en cuenta todas las zonas de la ciudad para colocarlos", dijo. "Pero no siempre existe el transporte público adecuado para llevarlos y traerlos, digamos, a los lugares de servicios del gobierno o a donde trabajan. Desean estar cerca de su lugar de trabajo debido al hecho de que no pueden conducir un vehículo. Tienen familiares y amigos de su mismo grupo étnico en ciertas áreas y desean vivir cerca de ellos. Tales dinámicas crean escenarios en los que ciertos grupos étnicos terminan en el mismo vecindario". De acuerdo con el alcalde Mike Huether, eso no resulta un problema hoy en día. "Ya sean noruegos o alemanes, rusos o africanos, no deberíamos decirles en qué zona de la ciudad pueden vivir", dijo Huether. "Nadie les va a preguntar la nacionalidad cuando se muden. Pero se les pedirá que cuiden la propiedad y ayuden al vecino ocasionalmente cuando nieve". Eso no resulta del todo cierto, de acuerdo con Solomon y Bonilla. Si bien la discriminación de vivienda parece haber disminuido en Sioux Falls durante los últimos 15 a 20 años, no ha desaparecido por completo, insisten. Solomon dijo que otro eritreo le comentó hace poco que quería comprar una casa en el sureste de Sioux Falls y un agente de bienes raíces le recomendó "que sería mejor no comprar en esa zona. Estaría mejor con los de su propia raza". Un comité de 14 personas y 16 organizaciones creado por el gobierno municipal hace varios años para analizar los impedimentos de vivienda equitativa en la comunidad escuchó relatos similares, dijo Bonilla, que formó parte de ese grupo. En su investigación, encontraron que la mayoría de los propietarios de viviendas son buenos empresarios que rentan sus propiedades a todo aquel que cumpla con los requisitos, pero se registran casos de discriminación debido al desconocimiento de las leyes de vivienda equitativa, dijo. "Creo que el prejuicio no es un asunto frecuente, pero sigue siendo un asunto en el que tenemos que trabajar", dijo. "Los dueños depredadores que se aprovechan de los grupos raciales no representan un alto porcentaje, pero seguimos viendo que ocurre". El comité también detectó que los grupos minoritarios enfrentan problemas al buscar un crédito hipotecario por las barreras del idioma, indicó Bonilla. En una comunidad en la que se hablan al menos 100 diferentes idiomas, muchos grupos minoritarios tienen dificultades para comprender a los prestamistas hipotecarios o los documentos que deben llenar. Para contrarrestar eso, el comité recomendó que los bancos y las entidades crediticias amplíen sus servicios bilingües y desarrollen o extiendan su entrenamiento de competencia y diversidad cultural. Es importante que eso comience de inmediato, dijo Bonilla, y será aún más importante en el futuro mientras la población de grupos minoritarios de Sioux Falls sigue creciendo, sobre todo entre hispanos y latinos. "Ellos se encuentran aquí", aseguró. "Llegaron para quedarse. Invierten en nuestra comunidad y esas cifras sólo seguirá creciendo".

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