El asesinato de tres niños, de 4, 8 y 10 años, durante un tiroteo entre personal de las fuerzas estatales de seguridad de Guanajuato y un supuesto grupo delictivo tiene conmocionada a la población del municipio de San Miguel de Allende.
La muerte de los niños no solo encendió los ánimos sino que provocó versiones encontradas que apuntaban a los padres de los menores, quienes fueron detenidos y puestos a disposición de la justicia de Guanajuato.
Sin embargo, versiones testigos establecen que los niños murieron en la balacera que ocurrió durante la madrugada del sábado y no, como indica la versión oficial, asesinados por su propio padre.
Los niños eran hijos del velador que cuidaba la vivienda a la llegaron policías a investigar al presunto grupo delictivo y, tras un enfrentamiento a balazos, los menores murieron.
Según el fiscal estatal, Carlos Zamarripa Aguirre, el responsable de las muertes habría sido el padre de los niños, quien fue detenido al igual que su esposa.
Sin embargo, miembros de la comunidad se organizaron para protestar y exigir la liberación de los padres de familia, además de la intervención de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Guanajuato.
