El zoo más antiguo del mundo

VIENA, Austria- Historia imperial y vanguardia zoológica. Esto es lo que consigue unir el "Tiergarten Schönbrunn" de la ciudad de Viena, el zoo más antiguo del mundo con más de un cuarto de milenio de existencia. Construido por la Casa Real de los Habsburgo en 1752, el zoológico de la capital de Austria fue abierto al público general en 1779, en plena época absolutista, cuando el pueblo llano apenas podía entretenerse. Con 261 años de historia sobre sus espaldas, el Tiergarten sigue conservando hasta hoy su encanto arquitectónico de antaño, junto al Palacio Real de Verano de los Habsburgo, a los pies de las colinas que rodean la bella Viena. Y desde su privatización, en 1992, se ha establecido como uno de los zoológicos más importantes del mundo y ha sido galardonado en 2008, 2010 y 2012 como el mejor de Europa. El origen del parque surge a mitad del siglo XVII, cuando el Imperio austríaco vivía uno de sus mejores momentos. Hacía poco que su ejército había vencido, una vez más, al Imperio Otomano en 1739 y el emperador consorte, Francisco I, decidió crear una especie de "jardín del paraíso" que diera cuenta de las riquezas que atesoraba su Casa Real. Con este objetivo, pero también con el de acercar la ciencia y el conocimiento a la corte, el emperador vienés se decidió a abrir una casa de fieras, emulando otras que existían en Londres o París. Su esposa María Teresa, entonces al frente de la Casa Real de los Habsburgo, accedió a la idea de su marido, con la condición de que ningún animal carnívoro pisase los terrenos de Schönbrunn. "La monarca temía que alguno de sus 16 hijos se acercase demasiado a las jaulas y luego hubiera que lamentarlo", cuenta Gerhard Heindl, historiador y documentalista del zoo. Así, empezaron a llegar a palacio antílopes, micos y ciervos traídos de todas partes del mundo, gracias a la gestión de las embajadas que Austria tenía repartidas por el globo. "El emperador movilizó a sus diplomáticos para que le consiguieran animales, pero no era fácil", explica Heindl en declaraciones a Efe. Por un lado, porque no existía la figura del 'tratante de animales' y, por otro, dado que muchos animales resultaban demasiado caros, incluso para una Casa Real como la austríaca. Las sumas invertidas eran enormes. Traer un ave casuarius desde Australia costó por ejemplo 2,000 coronas, cinco veces los ingresos de un hombre de buena posición en la época. Hasta el derrumbe del Imperio en 1918, los diferentes monarcas austríacos se hicieron cargo del mantenimiento de su casa de fieras, a la que llegaban animales de los lugares más recónditos. Hasta que abrieron el canal de Suez en 1869, los barcos que traían animales desde Asia tenían que bordear África y tardaban dos o tres meses. Además, no existía aún el ferrocarril, así que los animales tenían que venir a pie en muchas ocasiones, como la primera jirafa, que llegó a Viena en 1828, todo un evento en la capital imperial. Hasta la llegada a la ciudad del primer oso panda gigante, casi 200 años después, esa jirafa fue sin duda el animal más popular en la historia del zoo. Otros ejemplares populares fueron los elefantes. Tantas eran las monedas que los visitantes les arrojaban que, en 1841, una hembra murió tras ingerirlas. En 1906 el Tiergarten de Viena fue el primero del mundo que vio un elefante nacer en cautiverio. Desde sus comienzos, cuando el Tiergarten solo era una mera "Casa de Fieras", la intención era que sirviera para promover la divulgación de la ciencia, una práctica que, con los años, se ha hecho más y más importante. Ahora, en pleno siglo XXI, el zoológico de Schönbrunn es la segunda atracción turística más visitada en Viena, después del palacio de Schönbrunn, que está catalogado como patrimonio de la Humanidad. Cada año, el complejo recibe 2.3 millones de visitantes, muchos de ellos niños. Uno de los métodos para financiar el paque zoológico es el mecenazgo de parte de particulares y empresas que "adoptan" animales, lo que ha ayudado a mejorar las infraestructuras y atraer a cada vez más turistas. En total, este zoológico cuenta con unos 8,400 animales de 730 especies diferentes. Además, el Tiergarten ofrece actividades especiales como excursiones nocturnas o programas especiales para niños.

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