Habla la mamá de “Baby Hope”

La madre de la niña asesinada conocida por más de dos décadas, como "Baby Hope" hasta que su verdadera identidad y el presunto asesino fueran dados a conocer, la semana pasada, habló públicamente por primera vez el lunes, y dijo a los periodistas que nunca supo que su hija había sido asesinada.

El lunes, Margarita Castillo, hablando en español a través de la puerta cerrada de su apartamento en el barrio de Queens, se identificó como la madre de la niña, cuyo nombre real es Anjélica Castillo. La mujer dijo que fue devastador enterarse de que su hija había sido abusada sexualmente y asesinada y dijo que no sabía nada de lo que le ocurrió a su hija hace tantos años.

El sábado la policía dijo que había resuelto el misterio de más de 20 años, arrestando a un primo de la víctima de 4 años de edad y acusándolo de violarla y asfixiarla a muerte. La policía dijo que él, con la ayuda de su fallecida hermana, llevó a cabo un plan para deshacerse del cadáver, el cual escondieron dentro de una hielera, la cual abandonaron en una zona boscosa de Manhattan, en 1991.

La hielera fue descubierta por trabajadores de la construcción. Dentro estaba el cadáver de la niña desnudo y desnutrido, y algunas latas llenas de Coca Cola. Pesaba apenas 9 kilos (20 libras), la mitad que el promedio de otros niños su edad. Los detectives creen que la hielera estuvo una semana al sol y su cuerpo tenía señales de abuso sexual, pero no estaba claro cómo murió.

Nadie reportó su desaparición. Nadie la reconocía en el retrato hablado que se colocó en los postes de la cuidad. En ese entonces no había pruebas con el ADN, por eso fue que apenas el año pasado se hizo su perfil y su cuerpo fue exhumado. Los oficiales le organizaron un funeral en 1993 al que acudieron cientos de personas.

El lunes las camionetas de las televisoras rodearon el edificio de Castillo y los vecinos de casas cercanas se acercaban curiosos a ver qué ocurría. Los que conocen a la mexicana la describieron como alguien agradable, que saluda a los conocidos y que cuida de varios niños. Castillo vive con algunas de sus hijas y sus nietos en el apartamento 2C del edificio, dijeron.

"No sé por qué no denunció el caso. Ella nunca me dijo nada. Sus hijas nunca dijeron nada.

Hasta ayer que alguien me explicó lo que pasó", dijo Jorge González, de 24 años e hijo del portero del edificio donde vive Castillo. "Ella es muy buena gente, muy amable. Cuando yo llegaba de la escuela ella a veces hacía broma y decía 'llegaste temprano, te fugaste de la escuela'. Ella era como familia aquí en el edificio".

Josefina Abreu, una vecina, dijo que Castillo se dedica a cuidar niños durante el día, algo que también explicó De la Rosa. Jackie Binady, otra vecina, dijo que se sorprendió al ver las noticias el domingo por la noche.

"Es chocante, la verdad. Ella es una mujer simpática, que saluda. Me costó creer lo ocurrido", dijo Binady.

El diario Daily News reportó el lunes que una de las hijas de Castillo, Jessy Rojell, de 22 años, dijo que su madre se sintió "sorprendida" y "aliviada" de saber finalmente lo que le pasó a su hija Anjélica. Castillo se enteró supuestamente cuando la policía fue a visitarla recientemente y la interrogó.

Ese consejo llevó detectives a los familiares de la niña, y, finalmente, el primo.

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