Houston - Al menos 200 personas que se encontraban recluidas en la cárcel del Condado Harris han sido puestas en libertad condicional con algunas restricciones, según confirmó hoy Ed González, titular de la Oficina del Alguacil del Condado Harris (HCSO, en inglés).
Aunque no se han reportado casos, la orden obedece a las medidas de seguridad que la dependencia ha iniciado con el fin reducir el riesgo de propagación del COVID-19 entre los más de 8,500 reclusos, de los cuales más de 7,000 esperan una decisión judicial para determinar su responsabilidad en algún delito.
“Sabemos que, en las cárceles, la transmisión de enfermedades es muy fácil, por eso hemos puesto énfasis en la seguridad pública”, dijo.
Sobre la posibilidad de exonerar y liberar a otro porcentaje de detenidos, González señaló que ha analizado la situación y lo más probable es que excarcele a los que puedan estar en riesgo de salud y los que no representen un peligro para la sociedad.
“No podríamos hacer lo mismo con los acusados por delitos graves como asesinato, agresión sexual agravada, violencia doméstica o reincidentes”, aclaró el alguacil.
“Pero podemos comenzar con los individuos que están a punto de cumplir su sentencia, así como personas de la tercera edad y especialmente a los que presentan síntomas por tener una condición médica previa como diabetes o problemas cardiacos”, agregó.
González dijo que se están tomando otra clase de medidas preventivas durante los patrullajes de sus efectivos, como formular una serie de preguntas para determinar si la persona intervenida o detenida han sido expuestos de alguna manera al coronavirus.
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“Sabemos que los primeros indicios de los síntomas del coronavirus demoran varios días en presentarse, eso puede significar un gran riesgo para nuestro sistema penal donde a diario entran y salen muchas personas.
El alguacil mencionó que seguir al pie de la letra las recomendaciones de las autoridades de salud a nivel local y nacional, como por ejemplo mantener una distancia entre las personas o limitar la agrupación de más de 10 personas, es una tarea difícil.
Desde hace una semana, HCSO ha prohibido las visitas a los reclusos, y a cambio les ha ofrecido de forma gratuita dos llamadas telefónicas que usualmente son pagadas.
