Escándalo opaca a Obama

CARTAGENA, Colombia - El presidente Barack Obama tal vez ha notado una constante. Ya sea acusaciones contra agentes del Servicio Secreto por contratar prostitutas; cándidos momentos captados por micrófonos indiscretos o un bombardeo contra Libia, sus viajes al extranjero siempre son ensombrecidos por distracciones. Tan sólo el año pasado, en viajes a América Latina, Europa y Asia, el mensaje del mandatario pasó a segundo plano e incluso quedó en el olvido por la mala planeación, pifias, o en el caso de las acusaciones en Colombia, un descarado escándalo. La historia que hundió la participación de Obama en la Sexta Cumbre de las Américas, un cónclave entre más de 30 jefes de Estado de todo el continente, fue la acusación de conducta inapropiada contra unos 11 empleados del Servicio Secreto que involucraba a prostitutas y fuerte consumo de alcohol. El Servicio Secreto informó que los sucesos habrían ocurrido en el hotel donde se hospedaban los oficiales en Cartagena antes de que Obama llegara a la ciudad caribeña el viernes. Para Obama, este escándalo es particularmente penetrante porque chocan drásticamente con la imagen de Obama de rectitud personal. Aun así, la Casa Blanca no ha emitido una opinión al respecto y es casi seguro que sea abordado el tema el domingo por la tarde cuando el mandatario dé una conferencia de prensa. Cuando viajó a Brasil y Chile en marzo de 2011, fue opacado por el bombardeo estadounidense sobre Libia. En una cumbre económica en Cannes, Francia, un micrófono abierto captó a Obama hablando con su homólogo francés Nicholas Sarkozy, mientras éste le decía que no soportaba trabajar con primer ministro israelí Benjamín Netanyahu. El mes pasado en Seúl, otro micrófono abierto atrapó a Obama sugiriendo al presidente ruso Dimitry Medvedev que podría negociar un acuerdo de defensa misil "después de las elecciones", porque "tendré mayor flexibilidad". El incidente desató el escándalo entre los republicanos de Estados Unidos.

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