Las severas inundaciones registradas durante las últimas 48 horas en La Habana, Cuba, han comenzado su retirada y aún no ha trascendido la magnitud real del daño material registrado en viviendas y edificios gubernamentales.
La penetración del mar en los edificios dejó impresionantes imágenes de los afectados colgando con sogas los muebles en el techo al menos a un metro de altura para protegerlos del agua.
Los damnificados han tenido que colgar desde neveras hasta sofás al techo.