AUSTIN – Luego de tres meses después de que el huracán Harvey golpeó a Texas, muchos residentes afectados dicen que todavía no han recibido la ayuda que necesitan y están molestos con el presidente Donald Trump por su manejo del desastre, de acuerdo con un sondeo divulgado el martes.
La encuesta de la Fundación Familia Kaiser/Fundación Salud Episcopal es otro indicio de cómo muchas familias en la costa de Texas siguen tratando de superar los estragos causados por el paso de la tormenta categoría 4, que inundó a Houston y causó más de 80 muertos.
Casi la mitad de los encuestados que dijeron que tenían propiedades dañadas o perdieron sus trabajos u horas de trabajo debido a Harvey dicen que no han recibido los recursos necesarios para recuperarse. Funcionarios federales aprobaron una partida de $1,400 millones en ayuda para damnificados por Harvey, pero el sondeo mostró señales de confusión y frustración.
Más de 6 de cada 10 solicitantes rechazados dijeron que no recibieron información sobre cómo volver a tratar de conseguir ayuda.
Trump, quien ha tenido sistemáticamente bajos índices de aprobación a nivel nacional, también recibió peores calificaciones que el Congreso o que los líderes de Texas por la forma en que respondió a Harvey: la mitad de los encuestados dijeron que el mandatario estaba haciendo un trabajo pobre o normal.
El miedo a repercusiones migratorias también podría tener un efecto negativo al momento de pedir ayuda:
De todos los encuestados que podrían ser inmigrantes sin autorización para residir en el país, la mayoría estaba muy o algo preocupados de llamar la atención a su estatus migratorio si pedían ayuda.
“Para mucha gente los resultados han sido variados. Sí vemos a gente que dice que sus vidas han vuelto a la normalidad”, dijo Liz Hamel, directora de opinión pública e investigadora de sondeos para Kaiser.
“La gente que está teniendo más problemas para recuperarse es la que al principio estuvo en una posición más delicada”, agregó.
Local
Los residentes de raza negra y las personas con ingresos por debajo del nivel federal de pobreza tenían más probabilidades de pedir ayuda.
