Médicos de California cambiarán vida de hombre con rara enfermedad

El hombre sufre de neurofibromatosis conocida como el síndrome del hombre elefante.

Médicos voluntarios se preparan para cambiarle la vida a un hispano con una rara enfermedad conocida como el síndrome del hombre elefante.

Enrique Galván le dijo a Telemundo 52 que la condición física y el rechazo de la gente por su rara enfermedad lo llevó a hundirse por 10 años en el mundo de las drogas. “[Sufrí] muchas burlas, bullying, y discriminación”, comentó. 

El joven de 27 años y residente de Paraguay, padece de neurofibromatosis, un trastorno genético conocido también como el síndrome del hombre elefante que afecta a una persona de 30,000, según un experto.

Gracias a un grupo de médicos voluntarios, la vida de Enrique está a punto de cambiar. “Estas partes [de la piel] bien sueltas, también se la vamos a poder quitar”, señaló uno de los doctores.

El paciente fue recibido en el centro médico UCI por el doctor Cristóbal Barrios y otros médicos voluntarios que realizarán la tarea de ayudar a Enrique con la rara enfermedad.

“Tiene los tejidos excesivos que le están causando problemas porque están pesados, y están tan excesivos que le causan peso. No se puede mover bien y le está molestando un poco la espalda”, dijo el doctor Barrios.

La cirugía tomará por lo menos 12 horas, según los médicos.

“La parte delicada es que los tejidos excesivos son vasculares entonces tienen tendencias a sangrar un poco más, entonces el peligro de la cirugía que dure tanto tiempo es que el paciente esté sangrando”, agregó Barrios.

Los médicos que lo atienden son parte de IMAHelps, un grupo de voluntarios que viaja a países de Latinoamérica para tomar casos que no pueden ser atendidos en esas naciones.

Enrique ha sido sometido a por lo menos cuatro cirugías en su país y espera que la operación de este próximo domingo sea la más efectiva. El hombre  está optimista y tiene mucha fe. “Tengo el apoyo de mi comunidad, mi familia, y de mis amigos de toda la gente de Paraguay”, contó Enrique. 

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