A partir del 3 de noviembre de 2019, aquellos inmigrantes que soliciten entrada a los Estados Unidos se enfrentaran a la más reciente de las restricciones migratorias del presidente Trump: tener que demostrar que tienen un seguro de salud o que cuentan con los medios económicos para pagar por servicios de salud mientras estén en el país.
Según la administración, la medida responde a un interés por evitar que los costos de servicios de salud provistos a inmigrantes que no pueden pagarlos sean transferidos a los ciudadanos estadounidenses, a través de contribuciones o pagos de primas más altos.
Dicha medida no será aplicable a aquellos inmigrantes que ya tienen visas o estatus de asilados, sino que aplicará a aquellas solicitudes que sean sometidas a partir de esta fecha.
A pesar de los motivos ofrecidos por el presidente, varias abogadas pensamos que la medida en realidad va dirigida a adelantar un propósito menos loable. Este es, el de reducir el número de inmigrantes de bajos recursos que ingresan al país.
De esta forma, esta nueva política no trata de proteger a aquellos que pagamos por un seguro de salud o impuestos, sino de evitar que más gente pobre ingrese al país. No podemos olvidar que hace poco la administración también anunció otra medida que impediría la entrada de inmigrantes que el gobierno determinara que podrían convertirse en una carga pública.
Lo peor de todo es que la medida es una muy generalizada y que, en mi opinión, brinda una amplia discreción a oficiales migratorios para determinar quién cumple con los requisitos, pues solo dice que si la persona no cuenta con seguro de salud, tiene que probar que tiene dinero para costear gastos médicos predecibles.
No obstante, la regla no define lo que son estos gastos. Por esta razón, dependerá de cada oficial que adjudique las solicitudes de visas cómo definir este requisito y esto causará muchos dolores de cabeza tanto a los inmigrantes que solicitan la visa, como a los abogados que intentamos ayudarles.
Inmigración
No cabe duda que este presidente está enfocado en limitar la inmigración, legal o ilegal, en los Estados Unidos, a costa de lo que sea.
Por el momento, solo nos queda ser pacientes y esperar que esta nueva medida, al igual que muchas otras de la administración, sea invalidada por las cortes tan pronto alguien tenga la oportunidad de cuestionarla.
Naimeh Salem es abogada certificada en Texas que ejerce el área de inmigración en Houston.
