Congreso debate plan de Trump para enviar agentes de TSA a la frontera

El presidente busca redirigir fondos y empleados de los aeropuertos hacia la frontera sur.

Legisladores están discutiendo sobre la decisión del gobierno del presidente Donald Trump de enviar cientos de empleados de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés) a la frontera con México.

La TSA está pidiendo a policías federales de transporte aéreo, inspectores de aeropuertos y otros que se ofrezcan de voluntarios para apoyar el refuerzo de agentes, quienes están trabajando con las olas de migrantes que llegan a la frontera.

La representante Debbie Lesko, republicana por Arizona, dijo que enviar trabajadores de la TSA demuestra que hay una crisis en la frontera.

Pero el presidente de la Comisión de Seguridad Nacional de la Cámara Baja, Bennie Thompson, demócrata por Mississippi, dijo que el gobierno está usando a la TSA para dar la idea de que hay una crisis.

Organizaciones de la industria de viajes han dicho que les preocupa que la decisión deje a los aeropuertos son menos personal durante la temporada alta veraniega.

La TSA dice que puede concretar el trabajo y desplegará menos del 1% de sus 60,000 empleados a la frontera.

Además de agentes, el gobierno de Trump estaría contemplando desviar fondos inicialmente destinados a las aduanas y la seguridad en los aeropuertos a reforzar las medidas en la frontera con México.

El gobierno federal recurriría a esta maniobra financiera si el Congreso no aportara los $1,100 millones solicitada por el DHS para su presupuesto del año próximo, dijo la cadena NBC, que cita fuentes de la TSA.

Fuentes citadas por NBC News aseguraron que la semana pasada empleados de la TSA fueron informados vía correo electrónico o mediante presentaciones de PowerPoint de los recortes que sufriría la agencia en caso de que la medida sea ejecutada.

En total, la institución responsable de la seguridad aduanera debería renunciar a unos $232 millones de su presupuesto.

Un recorte en los fondos de la TSA perjudicaría, precisamente, los controles de seguridad en la aduanas en puertos y aeropuertos.

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