HOUSTON - En una zona densamente poblado al este de Houston, más de 2 mil hogares viven bajo la amenaza constante por respirar aire contaminado por la cercana planta petroquímica del Grupo TPC.
El martes la Comisión de Calidad Ambiental de Texas (TCEQ) tuvo una reunión para escuchar los reclamos y evaluar la renovación del permiso de operación de la planta.
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La comunidad afectada, conformada mayoritariamente por hispanos, expusieron el impacto de la contaminación en su salud y exigiendo a las autoridades tomar acciones contundentes.
Según los denunciantes, la instalación industrial emite una peligrosa mezcla de partículas, compuestos orgánicos volátiles y gases de efecto invernadero que elevan significativamente los riesgos de padecer asma, cáncer, enfermedades cardiovasculares y otras condiciones crónicas para los vecinos.
Con pruebas científicas sobre los efectos dañinos de los contaminantes industriales, los vecinos del Este de Houston reclaman justicia ambiental y el derecho a un aire limpio que no comprometa su salud y la de sus familias.
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