HOUSTON – Una mujer hispana que fue acusada a sus 17 años del homicidio de un joven, a quien sedujo para entregárselo a pandilleros de la mara salvatrucha que lo iban a matar, se dio a la fuga y ahora es buscada por las autoridades.
Karla Jackelyn Morales reconoció en el año 2018 a las autoridades que le ofreció marihuana a José Alfonso Vilanueva como señuelo para sacarlo de su apartamento y así permitir que un grupo de pandilleros de la MS-13 lo matara en un lote baldío cerca de una escuela primaria al norte del condado Harris.
Recibe las noticias locales y los pronósticos del tiempo directo a tu email. Inscríbete para recibir newsletters de Telemundo Houston aquí.
Villanueva, según documentos radicados de la Corte Criminal 176 del condado Harris, murió baleado y a machetazos el 29 de julio de ese año.
Según la Fiscalía del Condado Harris, Morales se quitó el grillete electrónico que tenía en su tobillo pocos días antes del inicio del juicio que estaba previsto a iniciarse en octubre de 2021.
Morales se enfrente a la cadena perpetua en caso de ser hallada culpable.
Los investigadores habían intentado arrestar a Morales recientemente, pero ahora están pidiendo ayuda de la comunidad para dar con su paredero.
"Ella ayudó con el plan de la ejecución (de Villanueva) y alguien sabe dónde se está escondiendo", dijo la fiscal del Condado Harris, Kim Ogg.
Morales es conocida por tener varios alias, entre ellos, "Cherry", "Karlita", "Missy" y "Foxy". Mide unos 5 pies con un cuerpo macizo, tiene cabello negro y ojos café. Lleva consigo un tatuaje que dice "Alicia".
La mujer se encontraba en libertad condicional tras el pago de una fianza de $60,000.
La fiscal Ogg dijo que no se preguntará el estatus migratorio de cualquier persona que ofrezca información sobre el paradero de Morales, aún cuando se haga el pago de la recompensa.
MORALES CONFESÓ EL DELITO
Según los investigadores, Morales aseguró que la víctima hacia parte de la pandilla “18 Street”, conocida por ser rival del MS-13, y que meses antes este había tenido un altercado con un miembro de la mara salvatrucha, debido a que hacía comentarios negativos acerca del grupo pandillero originario de El Salvador.
Según la menor, en su testimonio a las autoridades, su novio –también miembro del MS-13 y compañero de trabajo de la víctima- escuchó que este ofendió de palabra a Morales.
Esto habría motivado que los miembros de la pandilla decidieran matar a Villanueva ese 29 de julio.
Ese día, tras salir del apartamento, Morales y Villanueva se subieron a una camioneta en la que estaban dos pandilleros del MS-13, quienes lo condujeron al lugar donde finalmente lo mataron.
Allí se encontraron con otro grupo que los estaban esperando. La acusada dijo que fue testigo de los disparos que le hicieron a Villanueva, así como de los machetazos que le propinaron.
