HOUSTON - En un gesto de caridad una mujer ha servido cientos de platillos calientes para los habitantes de Uvalde, pequeña pero muy unida comunidad, afectados por esta masacre que cobró la vida 19 niños y dos maestras.
Patricia Rodríguez, madre cuatro hijos, usa una pequeña tienda de campaña en las inmediaciones de un restaurante cerrado, ahí con lo más mínimo prepara comida con el fin de aliviar en algo las penas por la que atraviesa Uvalde.
Y es que esta tragedia, a pesar de ser sumamente dolorosa, no le es extraña. En el 2008, Patricia perdió lo que según ella es lo más sagrado para una madre, su hijo. Por esta razón dice sentir en carne propia el dolor por el que atraviesan las familias de las víctimas de accionar de Ramos.
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Al enterarse de la masacre ocurrida el martes pasado, Patricia revivió esos duros momentos he inmediatamente pensó como podría ayudar y a pesar de no tener experiencia en restaurantes siempre alimentaba a los amigos de sus hijos que jugaban en un equipo de béisbol y con ese ánimo a empacó sus cazuelas y se dirigió hacia Uvalde para poner su granito de arena.
La tragedia en este pequeño poblado de Texas ha abierto los corazones de miles de personas que así como Patricia, dan su apoyo de cualquier forma posible a aquellos que atraviesan por estos trágicos momentos de dolor al ver las vidas de sus hijos segadas en la escuela donde asistían.
Patricia llegó desde el viernes pasado, se hospeda con una familia que conoce y dice su misión terminará mañana cuando se cumpla la primera semana de este lamentable suceso.
