Dos menores de edad fueron baleados este jueves en la noche. Uno de ellos en la cabeza. Policía lanza cacería para hallar a los responsables.
HOUSTON – Lo que empezó como una pesadilla para una familia de Houston el pasado 1 de marzo luego de que sus dos hijos fueran baleados cuando se encontraban dentro de un carro, se convirtió en una tragedia luego de que uno de ellos muriera este miércoles como producto de un balazo en la cabeza.
Tristian Hutchins, de ocho años, murió en el hospital Memorial Hermann a donde fue transportado ese día en la tarde tras el incidente ocurrido en el 3944 Scott Street.
La hermana de Tristian, Kheristian –de cinco años- se recupera en su casa luego de sufrir un balazo en una pierna.
Ese día, la madre de los menores estacionó su auto frente a un salón de arreglo de uñas. Ella se bajó y dejó a la pareja dentro del vehículo.
Poco después se escucharon unos balazos que impactaron el vehículo.
Tras conocer este hecho, el alcalde Sylvester Turner se pronunció: “Estoy con el corazón roto, la policía encontrará a los responsables, pero necesitamos que los testigos hablen”.
Por su parte, el jefe de Policía de Houston hizo un llamado a la comunidad para que cuenten lo que saben sobre este crimen.
Local
Art Acevedo dijo que la comunidad no puede permitir que en Houston se mate a los niños. "El que ha matado a un niño, no tiene problema en matar a nuestros hijos en un futuro.
Acevedo dijo que en el último tiempo se han matado a 10 menores de edad en Houston y esa es una situación que debe parar y eso se hace con la ayuda de la comunidad a través de testigos.
Acevedo agregó que creen que por el modus operandi bajo el que se cometió el crimen de este menor, los responsables podrían ser pandilleros.
