Una ley entró en vigor el 1 de septiembre en Texas que podría traerle tranquilidad a cientos de familias texanas, sobre todo a aquellas que tienen a algún familiar con una condición especial.
Lleva el nombre Samuel Allen Law, una medida que cambiará la forma en que oficiales de ley interactúan con personas con alguna discapacidad física o desorden mental en caso de ser detenidas en una parada de tráfico.
Cuando la persona vaya a la oficina del Departamento de Vehículos de Motor, deberá llenar el formulario DL-101 para que su doctor la firme y compruebe su diagnóstico.
De esta manera, su información médica quedará guardada y el oficial tendrá estos datos a la mano antes de acercarse a interrogarlo.
