Estados Unidos

Santos y Uribe se reunen para rescatar la paz

BOGOTA - El presidente Juan Manuel Santos se movilizó el martes en dos frentes para intentar salvar un acuerdo de paz rechazado por estrecho margen por los votantes colombianos: con la celebración de conversaciones en Cuba con los rebeldes izquierdistas y con una invitación para reunirse cara a cara con su principal oponente.

Los funcionarios del gobierno encabezados por el jefe negociador Humberto de la Calle se reunieron el martes con los negociadores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en la capital cubana a fin de comprobar la disposición de los guerrilleros para reabrir las negociaciones.

Un día después de consultar con líderes empresariales y cristianos evangélicos, que montaron una fuerte campaña en contra del acuerdo, Santos dijo que extendería el cese del fuego con las FARC hasta el 31 de octubre, para darle una oportunidad a la paz.

"No podemos prolongar este proceso ni este diálogo por mucho tiempo, pues estamos en una zona gris, una especie de limbo que es muy riesgoso y peligroso", puntualizó el jefe de Estado.

Cualquier renegociación posiblemente tendría que incluir términos más estrictos para los rebeldes que los alcanzados en agosto, y no está claro si los rebeldes están listos a empezar de cero.

Poco después de que Santos anunció que se extendía la tregua, el líder rebelde Timochenko, tuiteó: "¿De ahí para adelante continúa la guerra?".

En un muestra de lo que está en juego si la apuesta de Santos fracasa, otro comandante, conocido por su alias de "Pastor Alape", dijo en Twitter que si todos los efectivos de las FARC "deben empezar a moverse a posiciones seguras para evitar provocaciones".

Desde que los acuerdos fueron rechazados en el plebiscito del domingo, los líderes de las FARC han dejado claro que no tienen la intención de reanudar el conflicto armado, y han argumentado que el voto negativo no tiene implicaciones legales y que el acuerdo firmado la semana pasada frente a varios jefes de Estado es definitivo.

Si Santos necesita de la colaboración de los rebeldes para evitar que el acuerdo de paz naufrague, ambas partes requieren de la ayuda del hombre que dirigió la campaña del "no" al acuerdo: el expresidente Álvaro Uribe.

Santos fue ministro de Defensa del gobierno de Uribe, cuando unieron fuerzas con Estados Unidos para acabar con la insurgencia, y el exmandatario le ayudó a ser elegido presidente, pero se convirtieron en rivales poco después de que Santos asumiera el cargo en el 2010.

Sin embargo, Santos y Uribe concretaron el martes una cita para el miércoles en el palacio presidencial, en lo que se cree es su primera reunión en años. Ni el gobierno ni Uribe detallaron los temas de la agenda.

Ambos hombres, al menos de manera pública, han intentado proyectar un tono conciliatorio desde que los votantes rechazaron el acuerdo, a diferencia del debate público y el intercambio de insultos a los que los colombianos se han acostumbrado en los últimos años.

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