HOUSTON – A partir de este martes, con el inicio de la legislatura estatal en Austin, se dará inicio a la discusión sobre dos proyectos de ley que, de aprobarse, pondrían en serios aprietos a los estudiantes indocumentados que viven en Texas.
El primero de ellos fue presentado por el representante estatal republicano Jonathan Stickland, el cual busca acabar con el Dream Act de Texas, la ley que permite que los estudiantes indocumentados puedan pagar matrículas más baratas en las universidades estatales.
El proyecto, radicado como el HB 393, busca derogar la ley firmada en el año 2001 por el entonces gobernador Rick Perry y apoyada en la legislatura estatal por amplia mayoría de republicanos y demócratas.
Según Stickland, si se quiere parar la inmigración ilegal en Texas “se deben quitar todos los imanes” que la atraen.
Hoy abre sesión la legislatura en Texas @TelemundoHou tenemos cobertura desde Austin Texas pic.twitter.com/0htaAN3jOw
— Marcelo Marin (@MarceloKTMD) January 10, 2017
“Es tiempo de poner a los niños de Texas de primero. Por eso es que presenté la ley para revocar las matrículas estatales para ilegales”, escribió Stickland en su cuenta de Twitter cuando presentó el proyecto.
La semana pasada, el representante republicano recurrió nuevamente a la red social y afirmó: “acabar con las matrículas estatales universitarias para ilegales debe ser una prioridad principal para todos los legisladores “conservadores”.
Ending in-state college tuition (& all other benefits) for illegals should be a top priority for all "conservative" legislators. #txlege
— Jonathan Stickland (@RepStickland) January 3, 2017
Otra ley presentada por el senador estatal republicano Van Taylor niega cualquier posibilidad de ayuda financiera estatal a estudiantes que no cumplan con los requisitos para obtener ayuda federal. En otras palabras cierra la puerta a este tipo de becas y dineros para los llamados Dreamers.
Según cifras del Center for Public Policy Priorities, en Texas cerca de 25,000 estudiantes se benefician con esta ley que les permite pagar las matriculas universitarias a un precio reducido igual al que paga toda persona que tiene basada su residencia en el estado.
Normalmente, una matrícula estatal para los residentes es cerca de un 70% más barata que la que pagan los estudiantes internacionales o quienes vienen de otros estados dentro del país.
Local
Se estima que en Texas hay cerca de 1.3 millones de personas que atienden las universidades públicas.
