HOUSTON - Una tragedia sacudió la comunidad de Channelview este jueves por la tarde, luego de que una mujer y su bebé de un año murieran después de que su vehículo se sumergiera en el agua en un paso elevado, según informó la Oficina del Alguacil del Condado Harris.
El domingo por la noche la mujer fue identificada por las autoridades como Crystal Hall Njepu, de 39 años, y su hija como Anna Njepu.
Noticias Texas 24/7 en Telemundo Houston.

El incidente ocurrió alrededor de las 4:45 p.m. en la cuadra 17350 de Market Street. Testigos alertaron al 911 tras ver el auto que conducía Crystal sumergirse con varios ocupantes dentro.
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Un testigo en el área se lanzó al agua tras observar a dos hijos de Crystal, de 5 y 7 años, luchando por mantenerse sobre el auto a punto de hundirse. El hombre logró sacarlos con vida del agua y ambos fueron trasladados a un hospital. Al momento se desconoce si permanecen en el hospital o ya fueron dados de alta.
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Lamentablemente, cuando los equipos de rescate llegaron a la escena, Crystal y su hija de un año seguían dentro del vehículo. Sus cuerpos fueron recuperados por buzos del equipo de rescate. La infanta fue hallada aún asegurado en su silla de seguridad en la parte trasera del auto sin vida.
Las autoridades creen que la Crystal habría sufrido una emergencia médica antes del accidente, ya que imágenes de cámaras cercanas muestran que el vehículo se detenía y avanzaba intermitentemente antes de abandonar la vía y caer al agua.
El Alguacil Ed González destacó la importancia de la rápida intervención del testigo, señalando que, sin su ayuda, los cuatro ocupantes podrían haber perdido la vida.
Sad update: a female infant, believed to be 1 yoa, has been pulled from inside the vehicle (still in car seat). The infant is deceased.
— Ed Gonzalez (@SheriffEd_HCSO) April 26, 2025
The two children at the hospital are said to be in fair condition. https://t.co/tHrm5Kp6FO
“Fue un acto heroico”, expreso el alguacil Ed González.
ACTO HEROICO DE SALVACIÓN
El acto heroico de Agustín García Álvarez, un buen samaritano que tomo acción al ver el accidente, nace de un impulso profundo, puro, sin cálculo ni espera de recompensa.
Al ver el peligro inminente y escuchar los gritos de auxilio de los pequeños, no dudó en lanzarse al agua con una cuerda, guiado únicamente por su corazón. En esos momentos críticos, su instinto fue proteger la vida ajena por encima de la suya, demostrando una valentía que solo se revela en los más nobles.
Su determinación se impuso al miedo cuando, con las manos y luego con la ayuda de un bate, rompió el vidrio del vehículo para llegar hasta los niños atrapados.
A pesar del caos, logró mantener la calma, sacar maletas, abrir camino y rescatar a los menores entre el peso del agua y la desesperación. Agustín no es rescatista ni lleva uniforme, pero ese día encarnó la esencia misma del heroísmo.
Conmovido hasta las lágrimas, confesó que fue su fe y su amor al prójimo lo que le dio fuerza. Sin buscar aplausos ni reconocimiento, simplemente actuó como alguien que no podía quedarse inmóvil ante el dolor.
Su acción, nacida de lo más humano, dejó claro que los verdaderos héroes no siempre tienen capa, pero sí un corazón dispuesto a arriesgarlo todo por salvar a otros.
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