Funcionarios gastan $50 millones en blindaje de autos

Con el vidrio abajo y sin ningún tipo de seguridad, circula por las calles de Ciudad de México; la imagen se vuelve común, pero no deja de ser controversial pues transporta al presidente electo Andrés Manuel López Obrador. 

"Está tratando de demostrar que no tiene muchos gastos", considera María de Jesús Peña, una de las habitantes de la capital mexicana.

La austeridad anunciada por la nueva administración incluye prescindir de vehículos blindados, pues el gobierno entrante los considera un gasto innecesario ante los altos índices de pobreza del país.

Esa disposición pega directamente al bolsillo de la industria del blindaje.

"Estamos esperando que haya un bajón grande en cuanto al consumo del gobierno por todo lo que ha estado anunciando el presidente electo", admite Fernando Echeverri, vicepresidente de AMBA.

Según la Asocición Mexicana de Blindadores Automotrices, la reducción esperada es de 20%, cifra que contrasta con lo ocurrido en los dos sexenios anteriores, el del saliente Enrique Peña Nieto y el de Felipe Calderón.

"Fue cuando comenzó la guerra contra el narco; digamos que ahí fue cuando se disparó el consumo de vehículos blindados a nivel gobierno", dice Echeverri.

En los últimos doce años, el gobierno federal ha gastado más de $50 millones en el blindaje de autos.

Para darse una idea, un vehículo utilizado por dependencias de gobierno tiene un nivel de seguridad del número cinco, valuado de $60,000 a $80,000.

Ese blindaje incluye llantas reforzadas, vidrios y carrocería casi impenetrables, que podrían resistir balas de armas de alto impacto, hasta pisos contra granadas.

"Es lo que usualmente se usa a nivel gobierno y en este nivel está protegido absolutamente todo el vehículo", detalla Echeverri.

El blindaje de los altos funcionarios podría representar gastos estratosféricos para el nuevo gobierno, sin embargo, para los blindadores no se debe escatimar en proteger a quienes dirigen este país.

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