Efe

Sangrientas protestas en Irak dejan más de 100 y miles de heridos

Los manifestantes protestan contra la falta de servicios públicos y de empleo.

BAGDAD — Después de un día de relativa calma en las calles de Bagdad tras varios días de violentas protestas por la falta de servicios públicos, empleo y contra la corrupción, este domingo estallaron nuevos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.

La nueva jornada de protestas dejó al menos tres muertos y otros 18 heridos en Ciudad Sadr, un popular barrio de Bagdad de población mayoritariamente chií donde se registraron algunas manifestaciones limitadas a lo largo del día.

El Ministerio de Interior confirmó que desde que estalló la crisis el pasado martes hay al menos 104 muertos y 6,107 heridos, de los cuales ocho fallecidos y 1,241 heridos son miembros de la Policía.

Todas las víctimas mortales van a ser consideradas "mártires", por lo que sus familias recibirán una pensión mensual vitalicia, además de tratamiento médico para los heridos, en el marco de un paquete de medidas adoptadas por el Gobierno iraquí para calmar las calles.

Entre las decisiones que buscan desactivar las protestas por el desempleo, el Ejecutivo ha aprobado una ayuda de 175,000 dinares iraquíes (unos 150 dólares) durante tres meses para 150,000 desempleados y personas sin posibilidad de trabajar.

También habrá un programa de formación para 150,000 desempleados, que van a recibir otra "donación de 175,000 dinares", que les permitirá entrar en una bolsa de trabajo para ser contratados por empresas que invierten en Irak.

Además, el Gobierno ha mantenido reuniones con representantes de los manifestantes y el presidente del Parlamento, Mohamed al Halbusi, se reunió este domingo con algunos interlocutores, cuyos nombres y afiliación no ha sido revelada.

Un activista de la sociedad civil, Mahmud Musa al Yabbari, de 53 años, dijo a Efe que esos delegados "no representan a la multitud furiosa" que ha estado manifestándose en los pasados días, integrada por "los pobres, desempleados e indignados".

Las protestas en Ciudad Sadr, feudo del clérigo chií Muqtada al Sadr, podrían dar lugar a un movimiento más definido, protagonizado por los seguidores del político y religioso que ya había liderado otras olas de protestas en los años pasados y en esta ocasión se ha limitado a apoyar a los manifestantes.

La explosión en las calles de esta semana no ha tenido un claro signo político ni una cabeza visible, parece ser espontánea y sin un liderazgo, y canalizada a través de las redes sociales.

El acceso a internet ha sido bloqueado en casi todo el país en los últimos días, tras el estallido de las protestas del martes, y según NetBlocks, una plataforma global que supervisa la censura en la red, este domingo la conectividad era tan sólo del 27 por ciento en todo el país.

También han sido atacados algunos medios de comunicación, según el Ministerio de Interior, incluidos tres canales de televisión locales y la cadena regional Al Arabiya, con sede en Emiratos Árabes Unidos y con una línea editorial próxima a las monarquías suníes del golfo Pérsico.

Las protestas también han dejado 51 edificios gubernamentales y privados quemados, así como ocho sedes de partidos políticos y 52 vehículos, incluidos algunos de las fuerzas de seguridad, según el portavoz de Interior, el general Saad Maan.

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