El adictivo “chicle” de Birmania que puede llevar a la muerte

Las autoridades birmanas trataron de limitar su consumo con campañas en los últimos años.

RANGÚN, Birmania - En casi cada esquina de Birmania (Myanmar) hay un puesto callejero de "kun ya", un tradicional "chicle" estimulante hecho con nuez de areca, hoja de betel y tabaco de mascar que no pasa de moda, a pesar de que ennegrece y estropea los dientes y es cancerígeno.

Los vendedores de "kun ya" aplican cal en la hoja de betel, le añaden tabaco y areca y, en ocasiones, otras especias como clavo y cardamomo, mientras sus clientes mastican pacientemente la mezcla, que les hace lanzar esporádicos escupitajos rojizos en las esquinas.

Este extendido vicio cuesta al cambio unos 13 centavos de dólar por cuatro o seis unidades.

La areca, fruto de un tipo de palma, causa un efecto moderado de euforia y relajamiento similar a la nicotina, pero también provoca enfermedades bucales y hasta hipertensión.

Numerosos estudios científicos, así como la Agencia Internacional para la Investigación del cáncer, califican de cancerígenos los preparados de areca y betel -con o sin tabaco-, que son tradicionales en varios países de Asia y el Pacífico.

Las autoridades birmanas han tratado de limitar su consumo con campañas en los últimos años y está prohibido en edificios gubernamentales, colegios y hospitales, aunque no han tenido mucho éxito.

Según la Organización Mundial de la Salud, el 51 por ciento de los hombres y el 16 por ciento de las mujeres mayores de 15 años consumen "kun ya", lo que aumenta su probabilidad de tener un cáncer en la boca o el esófago.

"Nada y nadie puede parar esto (el consumo de areca y betel), yo creo porque está en nuestras venas y es un buen hábito según nuestra cultura", explica a Ko A Shay Gui, un vendedor de "kun ya" de 51 años.

Su puesto, uno de los más populares en Rangún, la mayor ciudad del país, le permite unos ingresos de unos $990 al mes.

Las ofrendas de "kun ya" formaban parte de los rituales de palacio en los antiguos reinos birmanos y hoy día continúa siendo un obsequio esencial en funerales y otros eventos sociales.

Muchos jóvenes birmanos comienzan a consumirlo como un pasatiempo con hasta 16 años o menos con el consentimiento de sus padres.

En el pasado, Ko A Shay Gyi trabajaba como marinero, pero durante un descanso en tierra probó a abrir un puesto de areca y betel y a los dos meses comprobó que había ganado lo mismo que en el barco y decidió cambiar de profesión.

"Mucha gente consigue ganar bastante dinero con este tipo de negocio en dos o cinco años", afirmó.

Además de la areca, el ingrediente más importante es la hoja de betel, que se planta principalmente en el delta del Irrawaddy, donde también se concentra la mayor parte de la producción de arroz.

Muchos agricultores prefieren tener betel a arroz debido a que se puede cultivar durante todos los meses del año y es habitual verlo compartir terreno con los arrozales.

El "kun ya" también lleva hebras de tabaco, tanto rubio como negro. A veces, tipos especiales de tabaco aromatizados son incluso importados de contrabando desde India y Bangladesh.

Económicamente, las plantaciones de betel y los puestos de "kun ya" suponen un negocio próspero para muchos birmanos, pero también causan estragos en la salud en los consumidores con desagradables enfermedades que ulceran sus rostros o degeneran en cáncer.

Según la Fundación para la Salud del Pueblo, más de 54,000 birmanos mueren al año en Birmania debido al tabaco, lo que incluye los preparados "kun ya".

En Tailandia, donde los dientes manchados por la areca y el betel eran un signo de belleza en el pasado, las autoridades han conseguido disminuir su consumo en gran medida mediante campañas desde los años 40 y 50.

Muchos estados de India han prohibido la venta de areca y betel con tabaco de mascar ("gutka"), pero aún permite la venta del "paan masala", que no lleva tabaco, mientras que mezclas parecidas todavía se consumen en el sur de China, Filipinas, Indonesia, Taiwán, Palaos y las Islas Salomón, entre otros lugares.

Contáctanos