VACUNA CONTRA EL CORONAVIRUS

El único país con dos: comienza la distribución de la segunda vacuna contra el COVID-19 en Estados Unidos

Telemundo

Cajas repletas con vacunas de Moderna contra el COVID-19, la segunda aprobada en Estados Unidos, comenzaron a salir este domingo de las instalaciones donde estaban siendo almacenadas con destino a hospitales y otros puntos del país para empezar a distribuirse mañana.

La llegada de esta segunda vacuna se produce mientras los casos siguen disparándose en EEUU y los hospitales de algunos estados, como California y Texas, están al borde del colapso.

OVACIONES Y APLAUSOS

A pesar de la sombría realidad, el comienzo del transporte de la vacuna de Moderna fue acogido con ovaciones y aplausos dentro de los almacenes donde había pasado las últimas horas. 

Los camiones salieron de los almacenes custodiados por un fuerte dispositivo de seguridad, integrado entre otros por vehículos del Cuerpo de Alguaciles de EEUU.

Además, televisiones locales retransmitieron la llegada de los tráileres con las vacunas a los centros de distribución aérea de los operadores logísticos FedEX y UPS en Louisville (Kentucky) y Memphis (Tennessee), desde donde el suero viajará en avión a diferentes estados para acelerar su distribución.

FedEx anunció temprano el domingo en un comunicado el inicio de esta fase de transporte y explicó que sus camiones ya habían dejado algunas de las instalaciones del gigante estadounidense McKesson, dedicado a la distribución de medicamentos.

En los almacenes de McKesson, los trabajadores pasaron el sábado y el domingo empaquetando las vacunas en unas cajas refrigeradas.

Esas cajas, que contienen cada una 100 dosis y tienen que ser conservadas a temperaturas de -20 grados centígrados, tienen previsto viajar durante la próxima semana por aire y por tierra a 3,800 puntos del país, una labor que recae tanto en FedEX como en UPS.

La actual operación logística diseñada por el Pentágono para hacer llegar la vacuna a 3,800 puntos de EEUU es mucho mayor que la que se organizó el pasado fin de semana para repartir en 636 puntos la vacuna de la farmacéutica Pfizer, la primera aprobada por las autoridades estadounidenses y que comenzó a distribuirse esta semana.

La vacuna de Moderna debe ser administrada en dos dosis con 28 días de diferencia y tiene una eficacia del 94.1 %.

La profesional atiende a pacientes del área de cuidados intensivos.

El viernes por la noche, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés), el ente que regula la comercialización de fármacos en EEUU, autorizó la distribución y el uso de la vacuna de Moderna.

Está previsto que la próxima semana se distribuirán 5.9 millones de dosis de la vacuna de Moderna y otros 2 millones de la de Pfizer por todo el país, lo que aumenta notablemente la capacidad de EEUU para inmunizar a sus sanitarios, que tienen prioridad para recibirla.

El objetivo es que las inyecciones de Moderna comiencen cuanto antes, algo que podría ocurrir "muy posiblemente" el lunes por la mañana, dijo este domingo a la cadena CNN Moncef Slaoui, principal asesor de la Operación Warp Speed (Máxima Velocidad), organizada por la Casa Blanca y el Pentágono para acelerar la campaña de inmunización.

"Esperamos con ansia esta nueva vacuna. Será un poco más fácil de distribuir porque no requiere una temperatura tan baja como la de Pfizer", explicó Slaoui.

La enfermera, quien trabaja en la unidad de cuidados urgentes en un hospital de Tennessee, se mareó mientras hablaba con reporteros diez minutos después de ser vacunada y cayó al suelo. Sin embargo, luego que se repuso, dijo que ella tiene predisposición a sufrir desmayos cuando siente algún dolor como ocurrió en esta ocasión con la presión de la inyección en el brazo.

Ese suero requiere una temperatura de -70 grados centígrados y solo puede ser almacenado durante cinco días a la temperatura estándar de las neveras, es decir 4 grados. Mientras tanto, la vacuna de Moderna necesita -20 grados y aguanta 30 días en neveras, lo que facilita su transporte, especialmente en zonas rurales.

De momento, los sanitarios han tenido prioridad a la hora de recibir la vacuna; pero, este lunes las dos mayores cadenas de farmacias del país, CVS y Walgreens, comenzarán a distribuir el suero de Pfizer entre aquellos que viven o trabajan en instalaciones dedicadas al cuidado médico a largo plazo, como las residencias de ancianos o los centros para personas con discapacidad.

La autorización de una segunda vacuna contra el COVID-19 llega en el peor momento de la pandemia para EEUU, con más de 17.7 millones de contagios y casi 316,000 muertos, más que ningún otro país en términos absolutos, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.

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