Texas en crisis: muertes y sobredosis por opioides

La situación actual es mucho más grave de lo que dicen las estadísticas.

HOUSTON - La voz de la operadora a través de la radio policial reporta sobre una posible víctima de sobredosis. Marisol Puerto, supervisora del equipo de emergencias del Condado Harris, prende las sirenas de su patrulla, acelera y responde que ya va en camino.

“En las últimas dos semanas hemos tenido más sobredosis de opioides de lo normal”, explica Puerto, paramédico desde hace ocho años.

“Lo normal es que estén inconscientes, que no respiren bien, que haya vómitos”, señala. Al llegar a la escena, un hombre de 23 años, sin zapatos y con agujeros en los calcetines, se apoya en la ambulancia donde dos paramédicos lo atienden. A solo unos pasos, dos oficiales del Departamento de Policía de Houston esperan atentos.

“Lo encontramos caminando y fue cuando llamamos para que lo vengan a atender”, comenta uno de los oficiales.

 

El paciente ahora es atendido dentro de la ambulancia, no responde a las preguntas y si lo hace, casi no se le escucha.

“Parece una sobredosis de opioides”, indica Puerto, en cuyo turno de trabajo le ha tocado ya acercarse a varios casos similares, como el de una mujer de 41 años hallada inconsciente luego de tomarse varias pastillas, o el de una anciana con problemas respiratorios al tomar sus medicamentos para el dolor.

Según Vanessa Ayala, coordinadora de la Coalición Comunitaria de Pasadena (Texas), una organización que se encarga de crear consciencia a la población sobre el consumo de sustancias prohibidas, la situación actual y especialmente en la ciudad es más grave de lo que representan las estadísticas.

“Texas encabeza el número de muertes por el consumo de opioides de madres de familia que acaban de dar a luz hasta un año de nacido su hijo”, resaltó Ayala.

“Y esas sobredosis no se reportan. Otro de los problemas que enfrenta el estado es que de sus 254 condados solo 13 reportan en el certificado de defunción el lugar donde ocurrió las muertes, que son las casas”, apuntó.       

De acuerdo con the Health Care Cost Institute, el área con mayor crecimiento de consumo de opioides recetados en Texas es San Antonio, que en los últimos nueve años ha tenido un crecimiento de 37.5 por ciento.

En la zona metropolitana de Houston, el crecimiento ha sido menor, de solo 14 por ciento en ese mismo período.

Para enfrentar lo que muchos analistas califican como una epidemia, el gobierno estatal ha nombrado una comisión en la Cámara de Representantes de abuso de sustancias y opioides.

Una de sus integrantes, Carol Alvarado, representante demócrata, considera que para el inicio de la próxima legislatura estatal en enero propondrán una serie de medidas para atacar el problema.

“La comunidad médica debe tener mayor responsabilidad en esta crisis que estamos viviendo”, señaló Alvarado quien también instó a la población a que tenga más cuidado con los medicamentos que ingieren.

De acuerdo con la legisladora, el estado invierte hasta $20 millones al año en programas de prevención y rehabilitación.

En Estados Unidos, solo en el 2016 murieron 17,087 personas por el consumo excesivo de opioides recetados. Los más comunes: Hidrocodona, oxicodona, morfina, codeína y fentanilo.

En Texas, la cifra de muertos en un solo año es de 617, según los Centros para el Control de Enfermedades Contagiosas (CDC, en inglés).

Contáctanos