"Apártate del mal y haz el bien. Busca la paz y síguela", es parte de un mensaje que da la bienvenida a La Tuna, uno de los principales poblados del municipio de Badiraguato, la tierra sinaloense que vio nacer a Joaquín "El Chapo" Guzmán Loera.
Ahí, a los pies de una zona serrana que oculta secretos y todo tipo de actividades, se ubica la Casa Rosa, la enorme vivienda donde la madre del narcotraficante más famoso del país había vivido hasta ahora.
Esa vivienda estilo rústico colonial fue atacada el sábado 11 de junio, cuando -según autoridades y el medio rioseco- un comando de más de 150 hombres la allanó y destruyó todo a su paso.
La reja permanece abierta y facilitó el ingreso de los periodistas que acompañaron a grupos de fuerzas armadas, que son parte de 11 patrullas que enviaron para pacificar una zona que, según el Gobierno de Sinaloa, es escenario de disputas de grupos criminales que se disputan el tráfico de drogas.
Los periodistas llegaron hasta el patio, nunca antes pisado por nadie que no recibiera la autorización de los líderes del Cártel de Sinaloa.
Cámaras en mano, los periodistas recorrieron la enorme propiedad, pero nadie estaba en ese sitio.
En la puerta principal de la casa, el acta de bautismo cristiano revelaba la identidad de la propietaria: María Consuelo Loera Pérez, la madre del "Chapo" Guzmán, quien permanece preso en un penal de Ciudad Juárez mientras avanza el proceso de extradición que podría llevarlo a Estados Unidos.
Una silla de plástico también lleva el nombre de Consuelo Loera. Estaba cerca de los corrales donde las vacas y borregos sobreviven gracias a quienes van y vienen a un pueblo, del que según las autoridades al menos han huido unas 300 familias en solo una semana.
En Badiraguato, la única presencia es la del Ejército y la Policía, de diversas corporaciones. Son pocos son los pobladores que se atrevieron a quedarse luego de que los atacó un grupo armado.
"Al parecer llegaron como 10 camionetas de gente armada. Hubo balacera en una casa, quemaron una", dijo Mario Valenzuela, alcalde de Badiraguato.
Durante la visita, el coordinador de Seguridad Pública acudió al municipio, y aun cuando usa chaleco antibalas y se muestra rodeado por militares, asegura que el peligro ya pasó.
"Sabemos que es un problema entre la familia Guzmán y los Beltrán, pero no sabemos las causas", asegura el coordinador Moises Melo.
El funcionario hace referencia a la familia Guzmán, que según autoridades lidera el Cártel de Sinaloa, y los hermanos Beltrán Leyva, dirigentes de otro grupo delictivo que pretende hacerse del control de la tierra del "Chapo", aprovechando -dicen- que el capo permanece preso.
El gobierno federal ya ha enviado refuerzos a esa zona enclavada en lo que es conocido como "el triángulo dorado" del narcotráfico y, los directivos de las fuerzas armadas, aseguran que permanecerán ahí hasta que los pobladores regresen y vuelva la calma.
Abogados del capo no solo dijeron la semana pasada que la señora Consuelo Loera se encuentra en perfecto estado de salud; también han puesto en duda la hipótesis de que el ataque a los principales poblados de Badiraguato sean resultado de una lucha entre grupo criminales.
Sin embargo, hasta ahora nadie dice dónde se localiza la mamá de Joaquín Guzmán ni tienen idea de si algún día volverá a lo que fue el santuario del "Chapo", el capo que con dos espectaculares fugas ha retado al gobierno mexicano.
