HOUSTON - Si usted tiene pensando conducir su vehículo por las carreteras de Texas durante este fin de semana festivo prepárese porque oficiales de policía lo pueden parar en cualquier momento y lo someterán a exámenes de sobriedad.
Esto hace parte de la campaña adelantada por las autoridades de policía locales y estatales que tienen como objetivo capturar a las personas que conduzcan bajo la influencia de sustancias tóxicas como el alcohol y las drogas.
“Sin derecho a rehusarse” es la iniciativa, que obliga toda persona que es parada por la policía a hacerse un examen de sobriedad.
A esto se suma el anuncio de la policía de carreteras que enviará muchos más oficiales a las calles a la caza de infractores por DWI.
Cabe destacar, que las personas que enfrentan cargos de manejar bajo influencia (DWI por sus siglas en inglés), por primera vez, se ven objeto a sanciones que van desde multas de hasta $2,000, cárcel hasta por seis meses y la suspensión de la licencia de conducción hasta por un año.
Si la persona es residente legal puede ser objeto de deportación.